martes, 18 de febrero de 2014

"Respuesta de la poetiza a la muy ilustre Filotea de la Cruz" de Sor Juana Inés de la Cruz y " Alboroto y motín de México" de Carlos Sigüenza y Góngora

Sor Juana Inés de la Cruz se nos presenta en este documento como una mujer desafiante y segura de sí misma. Responde en ella no sólo a la crítica de Sor Filotea, sino a las constantes críticas y señalamientos que le propinaron sus detractores durante toda su vida. Este texto, valioso tanto por su carácter biográfico como por su tono reformista (no utilizado este término de forma relacionada con el protestantismo), nos muestra a una mujer cuestionando las instituciones religiosas y  políticas de una ya tambaleante Nueva España. Sor Juana, pendiendo siempre del imperceptible hilo vocacional- que la balancea entre una buena monja y una legendaria letrista- es, por esta misma crisis de identidad, la mejor manera de ejemplificar a la identidad criolla.
         El motín de la ciudad de México, ocasionado por la carestía de maíz, es sin duda alguna un claro testimonio del terrible descontento perceptible en todos los estratos sociales y castas. Mediante una detallada narración, construida minuciosamente mediante testimonios y vivencia propia, Carlos Sigüenza y Góngora transmite de forma precisa no sólo lo perceptible, sino también lo conjeturable al cuando ocurrió dicho altercado. Este texto es, sin duda alguna, un vívido testimonio de un evento insólito que ya empezaba a mostrar un terrible descontento social.
        Tanto Sor Juana Inés de la Cruz como Carlos Sigüenza y Góngora nos transmiten, mediante testimonios y relatos, una terrible sensación de crisis en la Nueva España. La crisis espiritual, manifiesta, claro está, en la carta de Sor Juana, aborda muchísimos temas como lo es el análisis las ventajas que representaría el que las mujeres pudieran enseñar e interpretar las Sagradas Escrituras. Carlos Sigüenza y Góngora ejemplifica el no menos importante descontento social que se manifiesta tanto en el saqueo y asesinato de personas hasta la quema del palacio del virrey. Ambos textos son, por lo tanto, dos caras de la misma moneda.

Anexo un cuadro comparativo entre la postura de Sor Juana y la (hipotética) postura de Sor Filotea así como 5 "noticias de SMS" que simulen dar cuenta del motín. 


Sor Juana Inés de la Cruz
Sor Filotea de la Cruz
·      No se dedica al estudio de las Sagradas Escrituras porque no se siente digna de hacerlo.
·      Sólo ha escrito por complacer a otros.
·      Es necesario tener entendimiento de todas las ciencias para entender a cabalidad las Sagradas Escrituras (retórica para trompos y aluciones, aritmética para entender cómputos de tiempo, etc.)
·      Lo que no entiende en una ciencia/autor lo entiende en otra(o).
·      Sor Juana debe dedicarse al estudio de las Sagradas Escrituras y menos a sus otros estudios y escritos.
·      Estudia en sus ratos libres y, en estos, la buscan y acompañan sus hermanas.
·      Ha sido alabada y vituperada, desconfiando más de quienes hacían lo primero que lo segundo.
·      No se concentra a la hora de estudiar o escribir. Queja esta mucho más grabe cuando trata temas religiosos.
·      El entendimiento genera una diferencia en el ser, por lo que genera muchas envidias y agresiones
·      Personas doctas también pueden hacer mal uso de su entendimiento (p. Ej. Los padres del protestantismo)
·      No hay nada más admirable en sí que el entendimiento.
·      Si se permitiera a las mujeres interpretar y enseñar, habría un magisterio de “viejas sabias” que educaran a las doncellas. Esto evitará los peligros que supone que dicha labor sea desmpeñada por hombres.
·      Las mujeres deben callar en la Iglesia. No pueden interpretar ni enseñar las sagradas escrituras.













domingo, 16 de febrero de 2014

lunes, 10 de febrero de 2014

"El siglo de la integración" de Andrés Lira y Luis Munro (1 de 2)

Importancia renovada de la agricultura indígena

Pese a haber perdido sus mejores tierras y a una vasta parte de su mano de obra, la agricultura indígena sigue siendo indispensable para la actividad económica de la Nueva España. Por un lado, los españoles se vieron obligados a aceptar una forma de cultivo mixto en el que el maíz y el trigo compartieran tierras. Este hecho hizo evidente que el primer grano, base alimenticia indígena, era de una importancia comparable con la del segundo. Por otro lado, el maguey es cada vez más popular debido a los múltiples usos- que van desde la elaboración de pulque hasta cuerdas y jeringas- que los indígenas le dan. Los diversos chiles y frijoles no por estar dispersos han perdido su popularidad entre los grupos de aborígenes. El algodón se ha ganado el favor de los españoles que ya gustan de fabricar sus ropas a base de este cultivo. Pero, sin lugar a dudadas, el cacao es el gran favorito de toda la Nueva España. Nadie a lo largo y ancho de este territorio desprecia un rico chocolate. 
La agricultura indígena está aquí y hacerla desaparecer no sólo sería complicado sino, sobre todo, indeseable. 

Entrevista imaginaria con Don Diosdado

Redacción (R)- Buenas tardes señor Diosdado. Nos produce una gran emoción poder venir desde el futuro para platicar con usted acerca de su experiencia como comerciante en la Nueva España.

Diosdado (D)- El honor es mío, tío.

R- Tengo entendido que tu padre fue conquistador. Háblanos un poco acerca de las diferencias que encuentras entre los relatos y descripciones de tu padre y la Nueva España en que te ha tocado vivir.

D- Hay un sinnúmero de diferencias, ¡joder!. Yo destacaría principalmente frente al  enorme número de indios que mi padre recordaba todos los días, la Nueva España de ahora está llena de blancos. Jamás pude ver las abundantes ciudades y poblaciones de indios, con vestidos extraños y rituales bárbaros. Veo, en vez de todo eso, españoles por doquier; allá donde se alcanzan a aparecer algunos indios, los veo rezando y construyendo monasterios o cosechando algo.

R- ¿Que opinión le merecen los indios de los que nos habla?

D- Pues en general me despiertan desconfianza. Sé que no todos son iguales, pero he tenido algunas malas experiencias con ellos. Recuerdo la época en la que se les pedia que dejaran de sembrar maíz para sembrar trigo. ¡Fue un problema del tamaño de los Pirineos! El Virrey acabó concediendo que se dividieran las parcelas para ser sembradas con ambas cosechas: maíz y trigo. Entre esa necedad por el maíz y sus múltiples variedades de chiles y frijoles de verdad que yo no los entiendo. Lo único que sí les concedo es que no puedo imaginarme a una sola persona en la Nueva España que rechace un buen chocolate.

R- ¿Cómo es la vida del comerciante? Queremos conocer un poco su trabajo, sus dificultades y sus bondades.

D- La vida del comerciante no es tan mala como la pintan. Claro, siendo yo hijo de conquistador, algunos lo ven cómo un castigo divino (ríe cabizbajo). En fin, esta vida que muchos desdeñan y otros tantos envidian me ha permitido conocer mucho este reino de la Nueva España. Por ejemplo, no sabe lo hilarante que me parece que le den el nombre de “ciudad” a una pobre ciudad de pescadores como lo es Acapulco. Es cierto, es un importante punto de entrada para productos asiáticos, pero la verdad es que es una mísera villa. Veracruz también adolece. Pese a tener mejores caminos que te lleven del centro hacia allá, el puerto es sumamente inseguro. Y pues esta es mi vida, ir de Acapulco a Veracruz pasando por todas las ciudades importantes: México, Puebla, Oaxaca y Guadalajara entre otras.

R- Viaja usted a caballo, me imagino.

D- ¡Naturalmente! La verdad es que los animales europeos se han adaptado muy bien a estas tierras. Mi padre solía contarme lo difícil que había sido comprar caballos para traer acá; situación que se vio revertida en cuanto la conquista empezó a arrojar frutos. También hablaba de como el cerdo- que ahora españoles indios, criollos y mestizos comen por igual- llegó gracias a ellos, los conquistadores.

R- Para despedirnos quisiéramos que nos dijera que es lo que más extraña de su terruño castellano.

D- Definitivamente nada. Es cierto, la vida de este lado del mar es complicada. Sin embargo, los goces que te da son inigualables. 

lunes, 3 de febrero de 2014

"Summa de la polémica entre Ginés de Sepúlveda y Fray Bartolomé de las Casas acerca de las guerras de conquista"

Conclusión en 8 twits

Este texto representa dos posturas 
contrarias acerca de la conquista 
de mesoamérica. Ginés de Sepúlveda 
a favor y Fray Bartolomé en contra
(1 de 8)
Sepúlveda argumenta que, para facilitar 
la evangelización es conveniente conquistar 
militarmente a los indios antes. Justifica la 
esclavitud (2 de 8)
Fray Bartolomé responde los argumentos de 
Sepúlveda haciendo gala de sus conocimientos 
teológicos: cita a San Agustín, San Ambrossio 
y otros (3 de 8)
Fray Bartolomé argumenta que es ilícito e 
ineficiente conquistar militarmente antes 
de evangelizar a los indios. Sólo genera 
desconfianza. (4 de 8)
Basado en San Agustín, Bartolomé enfatiza la 
diferencia entre herejes (conocen el catolicismo) 
e infieles (desconocen la fe católica). (5 de 8)
El ataque a los ídolos que Ginés considera deseable 
es reprobable para Bartolomé. Lo es así también 
la conversión forzada con coerción. (6 de 8)
Bartolomé distingue 6 causas para que la Iglesia
 puede declarar la guerra. Entre ellos, destaca el que 
se pongan en peligro sus costumbres. (7 de 8)
A fin de cuentas, lo único que resulta obvio es la 
continua interrogante sobre la legitimidad de la conquista 
y el cuidado de las formas. (8 de 8)

Cuadro comparativo de las posturas:


Ginés de Sepúlveda
Fray Bartolomé de las Casas
Guerras de Españoles contra indios fueron justas.
Guerras de Españoles contra indios fueron injustas.
Por predicar los indios otra religión, los españoles podían hacerles guerra para cristianizarlos.
Los gentiles- los indios en este caso- quedan fuera de la jurisdicción católica. Dios le dará permiso a los católicos para juzgar a los indios cuando estos se hallan convertido al catolicismo.
Invadir a los indios antes de evangelizarlos hará más fácil el proceso de conversión al cristianismo.
Invadir los antes de evangelizarlos sólo logrará que indios desconfíen de los españoles, dificultando el proceso de conversión al cristianismo. Hay que evangelizarlos con amor y buenos ejemplos.
Se puede justamente atacar a los indios sólo por su idolatría.
No se puede justamente atacar a los indios sólo por su idolatría. Tendría que invadirse entonces el mundo entero.
El fracaso en la conversión al cristianismo es causado por la negación del grupo que se pretende convertir.
El fracaso en la conversión al cristianismo es causado por los malos cristianos que dan una pésima impresión.
Los indios son bárbaros y, por tanto, inferiores a los españoles. Por este motivo, deben de ser sus vasallos.
Los indios no son bárbaros bajo ninguna definición aceptada por teólogos. No hay ninguna justificación para su escavización.